CONVOCATORIA 25 Febrero 2024: Contra el nuevo pacto europeo de migraciones
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El 25 de febrero de 2024, último domingo de mes
En la Plaza Mayor (junto al caballo), a las 12 horas
Mujeres de Negro contra la guerra - Madrid
Invitan a una concentración de negro y en silencio:
Contra el nuevo pacto europeo de migraciones
El 25 de febrero de 2024, último domingo de mes
En la Plaza Mayor (junto al caballo), a las 12 horas
Mujeres de Negro contra la guerra - Madrid
Invitan a una concentración de negro y en silencio:
Contra el nuevo pacto europeo de migraciones
La UE propone un nuevo marco común europeo para la gestión de la migración y asilo que supone un retroceso en la protección de los Derechos Humanos (DDHH).
El Pacto Europeo de Migración y Asilo, PEMA, anularía el derecho universal de solici-tud de asilo reconocido en la Convención de Ginebra de 1951.
Mujeres de Negro contra la guerra rechazamos la criminalización de los movimientos migratorios que algunos partidos políticos y medios de comunicación alientan y pedi-mos a la UE y a nuestro país:
♀ Mayor inversión en la acogida digna y ampliar vías seguras y regulares que ofrezcan protec-ción sin hacer trayectos peligrosos.
♀ No eludir su responsabilidad de proteger a las personas refugiadas.
♀ No permitir en ningún país miembro devoluciones sumarias ilegitimas, y a menudo violentas, ni políticas que niegan el asilo.
El Pacto Europeo de Migración y Asilo, PEMA, anularía el derecho universal de solici-tud de asilo reconocido en la Convención de Ginebra de 1951.
Mujeres de Negro contra la guerra rechazamos la criminalización de los movimientos migratorios que algunos partidos políticos y medios de comunicación alientan y pedi-mos a la UE y a nuestro país:
♀ Mayor inversión en la acogida digna y ampliar vías seguras y regulares que ofrezcan protec-ción sin hacer trayectos peligrosos.
♀ No eludir su responsabilidad de proteger a las personas refugiadas.
♀ No permitir en ningún país miembro devoluciones sumarias ilegitimas, y a menudo violentas, ni políticas que niegan el asilo.
Que se respete la Convención de Ginebra y la Carta de los Derechos del Niño y la Niña en cualquier Pacto de migración.
Expulsemos la guerra y la violencia
de la historia
y de nuestras vidas.
de la historia
y de nuestras vidas.
C/ San Cosme y San Damián, Nº 24, 2º
28012 – Madrid
28012 – Madrid
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Contra el nuevo pacto europeo de migraciones
La Unión Europea propone un nuevo marco común europeo para la gestión de la migración y asilo que supone un retroceso en la protección de los Derechos Humanos (DDHH).
El Pacto Europeo de Migración y Asilo, PEMA, que está previsto que se apruebe en abril, antes de las elecciones al Parlamento Europeo de junio, anularía el derecho universal de solicitud de asilo reconocido en la Convención de Ginebra de 1951.
El derecho de asilo quedaría suprimido para las nacionalidades que la Unión Europea considere. Ya existe un listado de países excluidos: Senegal, Marruecos, Argelia, Níger, Afganistán...Es decir, se otorgarían derechos según la nacionalidad de las personas sin tener en cuenta la gravedad de las causas que hay detrás de las demandas de asilo, que tienen que ver con guerras, cambio climático, orientación sexual, ablación, etc.
Con la aprobación de este Pacto desaparecería el derecho de arraigo, impidiendo reagrupar familias que se encuentran en diferentes países. Esto comportaría dejar a menores víctimas de guerra, en situación de desamparo, en manos de mafias, trata de personas, prostitución y tráfico de órganos.
El Pacto vulnera los derechos de los menores, a los que se rebaja la edad en procedimientos de frontera de 12 a 6 años. También se verían vulnerados derechos específicos de las mujeres y del colectivo LGTBIQ+, que perderían toda posibilidad de pedir asilo si pertenecen a un país que la UE considera «seguro».
Las devoluciones en caliente que se realizan en la frontera de manera ilegal pasarán a ser legales y financiadas. Al igual que las detenciones por perfil racial y las deportaciones.
Las medidas que se presentan como mejora de las condiciones de acogida son todo lo contrario, porque aumentarían las detenciones en las fronteras de la UE, incluso a familias con menores de edad y personas vulnerables.
Aunque habla de la solidaridad entre países europeos, es lo contrario porque no se apoya a los países a los que llega primero la inmigración, como España, Italia y Grecia, sino que favorece el que los estados ricos paguen para no acoger inmigrantes o financien a países de fuera de la UE para impedir que la gente llegue a Europa.
El PEMA permite a los países no cumplir un conjunto amplio de normas de asilo en épocas de aumento de llegadas. Estas exenciones podrían normalizar en la UE medidas de emergencia desproporcionadas, sentando un peligroso precedente para el derecho de asilo en todo el mundo.
Mujeres de Negro contra la guerra rechazamos la criminalización de los movimientos migratorios que algunos partidos políticos y medios de comunicación alientan y pedimos a la UE y a nuestro país: se necesita de forma urgente que:
♀ Mayor inversión en la acogida digna y ampliar vías seguras y regulares que ofrezcan protección sin hacer trayectos peligrosos.
♀ No eludir su responsabilidad de proteger a las personas refugiadas.
♀ No permitir en ningún país miembro devoluciones sumarias ilegitimas, y a menudo violentas, ni políticas que niegan el asilo.
El Pacto Europeo de Migración y Asilo, PEMA, que está previsto que se apruebe en abril, antes de las elecciones al Parlamento Europeo de junio, anularía el derecho universal de solicitud de asilo reconocido en la Convención de Ginebra de 1951.
El derecho de asilo quedaría suprimido para las nacionalidades que la Unión Europea considere. Ya existe un listado de países excluidos: Senegal, Marruecos, Argelia, Níger, Afganistán...Es decir, se otorgarían derechos según la nacionalidad de las personas sin tener en cuenta la gravedad de las causas que hay detrás de las demandas de asilo, que tienen que ver con guerras, cambio climático, orientación sexual, ablación, etc.
Con la aprobación de este Pacto desaparecería el derecho de arraigo, impidiendo reagrupar familias que se encuentran en diferentes países. Esto comportaría dejar a menores víctimas de guerra, en situación de desamparo, en manos de mafias, trata de personas, prostitución y tráfico de órganos.
El Pacto vulnera los derechos de los menores, a los que se rebaja la edad en procedimientos de frontera de 12 a 6 años. También se verían vulnerados derechos específicos de las mujeres y del colectivo LGTBIQ+, que perderían toda posibilidad de pedir asilo si pertenecen a un país que la UE considera «seguro».
Las devoluciones en caliente que se realizan en la frontera de manera ilegal pasarán a ser legales y financiadas. Al igual que las detenciones por perfil racial y las deportaciones.
Las medidas que se presentan como mejora de las condiciones de acogida son todo lo contrario, porque aumentarían las detenciones en las fronteras de la UE, incluso a familias con menores de edad y personas vulnerables.
Aunque habla de la solidaridad entre países europeos, es lo contrario porque no se apoya a los países a los que llega primero la inmigración, como España, Italia y Grecia, sino que favorece el que los estados ricos paguen para no acoger inmigrantes o financien a países de fuera de la UE para impedir que la gente llegue a Europa.
El PEMA permite a los países no cumplir un conjunto amplio de normas de asilo en épocas de aumento de llegadas. Estas exenciones podrían normalizar en la UE medidas de emergencia desproporcionadas, sentando un peligroso precedente para el derecho de asilo en todo el mundo.
Mujeres de Negro contra la guerra rechazamos la criminalización de los movimientos migratorios que algunos partidos políticos y medios de comunicación alientan y pedimos a la UE y a nuestro país: se necesita de forma urgente que:
♀ Mayor inversión en la acogida digna y ampliar vías seguras y regulares que ofrezcan protección sin hacer trayectos peligrosos.
♀ No eludir su responsabilidad de proteger a las personas refugiadas.
♀ No permitir en ningún país miembro devoluciones sumarias ilegitimas, y a menudo violentas, ni políticas que niegan el asilo.
Que se respete la Convención de Ginebra y la Carta de los Derechos del Niño y la Niña en cualquier Pacto de migración.
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